El pasado jueves 19, en el programa Versión Española de La2 de TVE, se proyectó la inigualable película «Amanece que no es poco«. Al coloquio acudieron invitados el director del film José Luis Cuerda y uno de sus protagonistas, Antonio Resines. El susodicho señor Resines (a quien siempre he respetado como actor, pues creo que es de primer nivel, quiero que quede claro), aprovechó la situación para realizar un alegato en contra del doblaje, tratando así de justificar la situación del cine español.
He oído argumentos similares otra veces en boca de profesionales como Eduardo Noriega u Óscar Jaenada y no suelo hacerles mucho caso, pero lo cierto es que ya me he cansado. Me canso de escuchar sandeces y no responder y empiezo a temer que, a base de repetirlos, determinados argumentos absurdos adquieran el valor de algo cierto.
Según el señor Resines, las películas extranjeras deberían exhibirse aquí exclusivamente en versión original subtitulada, para competir así en igualdad de condiciones con el cine nacional. Le doy la razón en que deberían proyectarse muchas más copias en V.O.S., pues es la manera de ver la obra en su estado original. Sin embargo, dudo que para el espectador la eliminación del doblaje suponga una igualdad de condiciones, pues las películas españolas las entendería la totalidad de la población, mientras que las extranjeras, no.
Lo que pretenden los que son de esa opinión es sesgar el mercado, coartar la libertad de los agentes económicos y reducir las opciones del espectador, para hacer así que vea películas españolas. La verdad, nunca he oído a don Arturo Pérez Reverte exigir que no se traduzcan los libros de Dan Brown porque eso destruye la literatura española.
En cualquier clase de economía le enseñan a uno que la competencia es buena para los mercados, pues aumenta el poder de elección del consumidor y eso lleva a la mejora de los productos ofrecidos. No se puede pretender que se vea cine español por que sí, porque no hay más opciones. ¿A eso lo llama usted coger «al toro por los cuernos«?
Según manifestó don Antonio Resines (cito literalmente): «Si mañana el Sr. Presidente del Gobierno o la Sra. Ministra de Cultura se levantasen y dijesen que se acabó el doblaje, otro gallo nos cantaría a todos.» Me parece una apreciación muy grave. Sinceramente, no creo que se solucione gran cosa mediante prohibiciones. Como el mismo Resines dijo, «aquí se hacen cosas que están muy bien«, de eso no cabe duda. Y esa es la manera de que el cine español sea una industria fuerte y competitiva. El espectador no es tonto y no se le puede obligar a que vea determinadas películas, porque lo que prima es la calidad y el interés suscitado. El público responde bien a las producciones nacionales de calidad (mismamente la última película de Resines, Celda 211, es un ejemplo de cine bien hecho).
Existen muchos argumentos contra el doblaje que admito como válidos, pero los expuestos por este caballero, no. No voy a negar que, tal y como dijo, el doblaje es una tergiversación (nadie en la profesión lo hará). Sin embargo es una solución propuesta, creada y fomentada por productoras y distribuidoras y asumida de buen grado por gran parte de la población. En la variedad está el gusto. En tiempos como estos, no se puede imponer ni la versión original ni la versión doblada, sino que se deben dar las opciones suficientes para que cada uno escoja.
En el siguiente enlace podéis ver el programa completo (las declaraciones a las que me refiero están en el minuto 26, aproximadamente): Versión Española 19-11-09
Por cierto, que también achacó los malos resultados del cine español a represalias tomadas por las protestas de los actores en contra de la guerra de Irak. Pero en ese tema (también un tanto extraño), no me meto.
Como cierre, me gustaría decirle al señor Resines otra de sus propias frases, que viene muy al caso:
«Hay unos cuantos descerebrados que se dedican a meterse con nosotros, no se sabe muy bien por qué.«
¿Qué opináis sobre los argumentos utilizados por Antonio Resines?
¿Se imaginan ustedes a Lucía Etxeberría (por decir un nombre) solicitando que el Gobierno prohíba las traducciones literarias, con el fin de que los escritores españoles puedan vender más libros? Poseso…
¿Y si nos ponemos en el caso contrario? Quiero decir que cuando «exportamos» cine, ¿a esta gente no le interesaría que pudiera ser entendido por todo el público potencial del país deonde se proyecte? La verdad es que no sé si cuando se proyecta una película española en el resto del mundo se dobla o se proyecta subtitulada… Pero supongo que iría más gente a ver películas españolas en el resto del mundo si pudieran entenderlas.
Ese es el problema nuskag, que desconoces lo que ocurre cuando una peli española consigue colarse en el «mercado» americano: los que tengan interés en ver la pelicula española en cuestión deberá acudir a una sala de tercera (sala porno para Almodovar: ha ocurrido) verla en español y con subtitulos en inglés. De libre mercado, nasti de pasti. Saben proteger el suyo como nadie. Por lo que de aplicar su misma medicina (que no es ni mas ni menos que lo que propone Resines) a Richar Gere lo tendríamos que ver hablando en inglés y con subtitulos en español… Quid pro quo.
¿Se entiende mejor ahora lo que Resines indica?
Leyendo esto, entiendo tu comentario a mi mensaje. Y sí tienes razón en cómo se «venden» las películas españolas allí. Pero no podemos hacer lo mismo simplemente como «venganza». Hay que pensar en la demanda del público.
Fuera de bromas, recuerdo a Carlos Pumares (antidoblaje, como la mayoría de los críticos), a quien hace muchos años en su mítico «Polvo de Estrellas» un oyente le hizo la misma reflexión de Resines, y su respuesta fué más o menos: «no creo que la desaparición del doblaje ayudase en sí misma al cine español, más bien creo que la gente se acostumbraría a leer subtítulos y seguirían prefiriendo ver las películas americanas, como ya pasa en los países donde no se dobla».
Y entonces Resines y cía. se buscarían otra excusa con tal de no hacer autocrítica, añado yo.
Qué tiene q ver el doblaje con la situacion del cine español? Ya no saben cómo excusar que hacen cine malo…
El público no es tonto, y va a ver lo que le gusta, ya sea cine español, V.O., o cine extranjero doblado; así pues la demanda de las salas de cine se debe adaptar a la oferta, como en todos los mercados.
Si quieren más público, que hagan mejores películas; seguro que Javier Bardem, tan español como Resines, no se queja de las películas dobladas…
En efecto Frus: yo creo como tu que el público no es tonto. Debe ser por eso que no acude mucho a ver cine, en general, a lo largo del año, y sin embargo en cualquier Festival de Cine de cualquier parte del país las salas están a rebosar…
Es tan listo, fijate bien, que acude a los festivales masivamente porque sabe que lo que allí se exhibe no lo volverá a ver fuera de ese festival.
¿Sabes por qué? ¿Quien decide qué se ve y qué no se ve…?
Creo que los que deciden que se pone en los cines o qué no, son los propios dueños de los cines y suelen mirar más por los éxitos de taquilla que la calidad que tengan las películas. Yo quiero que en Cádiz sustituyan el Cine Centro por uno en VO porque ya casi nadie va, pero no sé cómo puedo hacerlo y seguramente el dueño se me ría en la cara.
Y yo propongo que los futbolistas brasileños y argentinos que jueguen en España lo hagan descalzos, tal y como jugaban en sus fabelas, para así estar en igualdad de condiciones con los jugadores patrios.
Ahora en serio. Este argumento de Resines es el segundo más ridículo que he oido para justificar el fracaso del cine nacional. El primero es acusar a la piratería.
Y es que las pelis españolas la gente ni siquiera se las baja.
Lo que tienen que hacer es dejar de vivir de las subvenciones y no llorar tanto por la competencia americana, y aprovechar cuando hay medios para hacer buenas pelis (como en Francia) o suplir la falta de medios con calidad y buenos guiones (como en Argentina).
Por cierto, Sr. Resines: ¿usted cuando ha interpretado una obra de teatro de un dramaturgo extranjero, lo ha hecho en la lengua de origen o en español?.
y las películas españolas en el extranjero, tampoco deberían doblarse?. SI promocionamos en el extranjero nuestras películas en versión original, evidentemente en los tiempos que corren no tendríamos ni un cuarto de los beneficios que se suman hoy en día. y otro asunto ¿Están dispuestas las productoras americanas y demás a perder millones de dólares produciendo las películas en V.O?
Nos quedaríamos solos.
A mí me hace mucha gracia que estos actores usen el discurso de «Franco inventó el doblaje» y luego pidan que prohíba el doblaje para que se venda más el cine español. a mí me parece una técnica más del franquismo lo segundo, la verdad.
Yo veo suelo ver doblado y en VO. Pero tengo claro que no iba a ver una película española simplemente por el hecho de que las extranjeras estuvieran en VO.
elcronica… circunscribiendonos al objeto de este artículo, se trata de entender las palabras de Resines. Y si según tú, con eliminar el doblaje no se va a dejar de ver películas ¿por qué no se hace? ¿A qué tanto temor? No estaríamos haciendo nada «extraordinario» puesto que es lo que hace la mayoría de los países, incluido los EE.UU. ¿O en serio crees que las contadísimas peliculas españolas que logran entrar se ven con traducción al ingles? No hombre, no: en castellano y con subtitulos en ingles.
Se trata, en definitiva de que las mismas reglas valgan para todos. De ahí las palabras de Resines… de lo contrario, alguien -y no somos nostros- juega con ventaja.
En España hay mucha gente que no sabe inglés, y aunque es cierto que los jóvenes ya no tienen ese problema, no pasa lo mismo con personas mayores de cincuenta que no estarían dispuestas a tener que ver una película con subtítulos por muchos motivos, falta de costumbre, problemas de vista…
El doblaje no se quita porque vende, al decir que no se vería más cine español, no he querido decir que no se viera menos cine americano. Sinceramente creo que si eliminaran el doblaje así tal como lo dice Resines, la gente dejaría de ir a ver películas extranjeras pero no por ello acudirían a ver películas españolas.
Yo estoy a favor de la libre elección, el que quiera ver VO que la vea, el que quiera ver doblado que lo haga. Pero deberían dejar de pedir que se prohíba el doblaje, que a mí lo que me molesta es la palabra prohibir, a pedir que se implanten más cines en VO, o más canales en esa opción. Y por cierto apareció hace poco un artículo donde se hablaba de que en EEUU se quería el doblaje, está en foroseldoblaje.com, además de que en EEUU series como Mujeres Desesperadas se doblan para su público hispano.
elcronica… comparto contigo el mal sabor del concepto «prohibir», sobre todo porque me ha tocado en buena parte ver cine doblado (el invento es de Franco, y te aseguro que el motivo no era el de falicitar la comodidad del público, sino censurar y distorsionar los diálogos).
Y cuando digo aplicar la misma receta que los amerícanos no es por «venganza», sino por una cuestión de justicia. Las reglas en un partido de futbol no pueden ser distinitas para cada uno de los equipos.
En cuanto a la «libre elección» es algo que comparto contigo si se diera. Mi sueño, como espectador sería acercarme a un multicines y poder elegir entre ver una pelicula española, francesa, alemana, china, argentina, etc. etc. Pero estarás conmigo en que no es lo habitual. Y si ves algo parecido, es porque lo obliga la ley. Lo que encontramos es siempre cine made-in-holliwood (ni siquiera cine norteamericano independiente, ese que los americanos también tienen dificultades para ver)
¿Hay algo más impresentable que los europeos no podamos ver entre nosotros con fluidez el cine que producimos? ¿Hay algo más penoso que entre los países de una misma lengua, la nuestra, los latinoamericanos, tengamos dificultad para ver nuestras propias producciones? El quid de la question es siempre el mismo: que los que DISTRIBUYEN deciden QUE COSA hemos de ver y qué cosas no. Lo de la demanda, permíteme, es una milonga. Y el libre mercado, milonga y media.
En el cine español, como en todo el cine que se hace en el mundo (porque, en serio, hay cine al margen de Hollywood) hay cintas buenas y otras no tan buenas. También hay talento, sin el menor género de dudas. Pero hay problemas de «otra índole». El que indica Resines puede ser tan sólo uno de ellos.
Mis saludos respetuosos.
Hola Antonio. En primer lugar, gracias por tu comentario.
Sin embargo, permíteme un matiz que desde el mundo del doblaje no nos cansaremos de repetir. El doblaje NO es un invento franquista. Es un invento de las distribuidoras americanas. A mediados de los años 30 (en plena República) se empezaron a doblar películas en España (después de haberlo hecho en París durante un par de años). Poco después llegó la dictadura y utilizó este recurso para extender su censura, simplemente igual que lo hizo con traducciones y publicaciones literarias o programas de radio.
Un saludo.
De acuerdo contigo en que hay poca pluralidad de cine en España, y salvo esa corrección que ya te ha hecho José María, pienso lo mismo. Pero por eso pienso que en vez de pedir que se acabe el doblaje, que es algo que mucha gente sigue queriendo, se exiga más pluralidad en el cine, por ejemplo pidiendo más salas en VO. Que yo soy la primera que quiere que haya una en Cádiz. Pero no quiero que tengamos que tener una opción u la otra sino las dos.
Gracias, Jose María por el matiz que aportas. También por ser tan buen anfitrión para este debate que tu artículo, haciéndose eco de las palabras de Resines, ha propiciado.
Un saludo.
Ah, muy bueno. Ahora ya entiendo por qué representan tan poco a Shakespeare estos señores… Porque para ser coherentes deberían hacerlo en inglés y acabarían haciendo de las tragedias algo cómico, si no esperpéntico.
En cuanto a que Resines es buen actor… Todo es cuestión de gustos, supongo que nadie hace de Resines mejor que él, claro.
Respondiendo a Fernández Muñoz:
Pues no sería ni más ni menos esperpéntico que ver a «consagrados» actores neoyorkinos representando una obra de Lope de Vega en rigurosa lengua cervantina ante un público anglosajón. Igual de cómico.
Con la ópera cabría hacer lo mismo siguiendo con esa “coherencia” argumental: Escuchemos La Traviatta o Los Nibelungos en castellano. A ver qué tal quedan. Y quien dice ópera, escuchemos ese 90 por ciento largo de música que invade nuestras emisoras también en versión castellana una vez traducidas del omnipresente inglés. ¿Seguimos….?
En relación a cuan buen actor sea Resines o cualquiera otro… pues depende de cuál sea su trabajo y quien se encargue de sacarle según qué registros. Estará conmigo en que el papel desempeñado en «Celda 211» no creo que tenga nada que ver con el de «Los Serrano» ¿verdad que no? Pues es el mismo Resines.
Y finalmente, aún cuando entiendo a Resines, creo que los problemas del Cine español van más allá de ese exclusivo argumento que casi diría se queda desfasado por los acontecimientos. Aquellos que deciden qué tenemos que ver (los mismos de siempre ¿tengo que citarlos?) lo están teniendo algo más difícil para imponer sus productos. Pero si en la batalla que llaman “antipiratería” ganan finalmente los mismos que ahora controlan el negocio, dará lo mismo que la tecnología haga posible poder eludir el injusto sistema de distribución del cine, tal y como ahora existe, cualquiera que sea el origen del mismo. Al final, todos seguiremos bebiendo Cocacola. A buen entendedor…
Por cierto: el cine español no sólo no es malo. Sino que es buenísimo. Y ocupa un alto escalafón de reconocimiento mal que les pese a los meapilas patrios.
Vamos por partes, que aquí hay mucho cinéfilo pero pocos datos:
1º El doblaje se introdujo aquí a raíz de MGM, primero a través de unos estudios de doblaje en París a principios de los años 30 y en el año 33 en Madrid (os recuerdo que el cine sonoro comenzó en esa época y los subtitulos eran imposibles dado el nivel de alfabetismo en muchos países, entre ellos el nuestro, así que nada de que es un invento de Franco (enhorabuena por tu comentario Jose Maria Gomez).
2º Las distribuidoras si eligen que se ha de ver, pero es curioso un detalle, cuando una película gana el oso de Berlin o la palma de Cannes o la concha de San Sebastian, esa gran película…normalmente tiene un éxito moderado en los cines. Dado el alto coste del mantenimiento de un cine, ¿si fuerais distribuidores os arriesgariais a poner un film así?, os informo que la presencia de una película en un cine, por norma general está basada en el éxito arrollador de esa película en su país de origen, la similitud de ese cine con el de este país (es más facil de entender un film Frances que uno Vietnamita), que la temática y la historia llegue al máximo de población (a la gente no le interesa ni entiende el cine de Bergman y sus dialogos metafísicos sobre la vida o la muerte, prefieren una peli de terror Tailandesa, por poner un ejemplo), poned un cine con películas así y veréis que cerráis a los dos días. Solo cuidades como Madrid o Barcelona cuentan copn el numero de aficionados suficientes para poner eso en cierto número de salas.
3º Pedir la no traducción de obras es una falacia, en los mundos de color de rosa es posible, pero yo no puedo hablar 16 idiomas (quizás es que soy tonto y no llego al nivel de ciertas mentes privilegiadas), por lo tanto, al igual que traducimos a Shakespeare, Haruki Murakami o Paulo coelho, no es absurdo traducir las películas y al ser un medio audiovisual, es mejor traducir el sonido para no perder al menos los detalles originales de lo visual (leer y ver una imagen a la vez me resulta imposible por ahora, mi estrabismo no da para tanto y mi cerebro tampoco).
4º El problema del cine español es el mismo de este país…caciques y amiguimismo…yo soy artista multidisciplinar, pero no recibo subvención de ningún tipo y tampoco la quiero, por lo tanto no entiendo porque debe subvencionarse el cine y más cuando ese cine no llega a unos mínimos de éxito en taquilla, ¿debo pagar yo y todos los contribuyentes a un tipo de cuenca que rueda un largometraje sobre la cría del percebe y que solo ven 2000 personas, 6000 o 12.000 euros?. En Estados unidos oímos constantemente que un estudio o productora cierra por la crisis, o que cierta saga no se hace más por la falta de éxito, o que un director lleva 10 años sin rodar después de un tremendo fracaso en taquilla…¿y en España?, trabajan los de siempre, dirigen los de siempre y producen los de siempre.
Último apunte: El cine es subvencionado…lo pagamos en parte entre todos, ¿cuanto cuesta el cine español?…¿siete euros?…no jodas!!!, igual que el Americano, Frances o Sueco, ¿pago dos veces por el mismo producto?…ahhhh siiiii!!!, como el canon de la SGAE, que cabeza la mía!!!…y no sigo que sino, parafraseando a La Cosa de los 4 fantásticos «…empezará la hora de las tortas…»
No es preciso saber 16 idiomas ni mucho menos. A lo que me refiero es que de haber hecho lo que paises como Portugal, la gente etaría más familiarizadas con las demás lenguas. En la página de «elcronica» puse un ejemplo sobre los conocimientos linguisticos de un simple policía local portugués.
Ante esto me reafirmo en lo que allí decía:
El texto que te dejo a continuación extraído del artículo LA POLICIA DE FROTERAS NO SABA IDIOMAS. (La Unión Europea critica el escaso manejo de lenguas de los agentes), es del diario PUBLICO de 23.02.11:
«La otra gran objeción que pone la Unión Europea es el escaso manejo de idiomas por parte de los policías destinados en los puestos fronterizos. La comisión de evaluación aconseja que los agentes hablen inglés en cualquier frontera y añade que en lugares como Ceuta y Melilla sería preferible que tuvieran nociones de árabe y francés. «El comité de evaluación invita a las autoridades españolas a mejorar las habilidades lingüísticas de la policía de fronteras», dice el informe.»
Te garantizo, sin duda a equivocarme, que es un daño colaeral del doblaje ancestral de nuestro cine. Cosa que en otros paises como nuestro vecino Portugal no ha acontecido, a tenor del ejemplo que del que ya hablé más arriba.
Un cordial saludo.