Seleccionar página

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España tiene nuevo presidente: Enrique González Macho, exhibidor, distribuidor y productor, con décadas de experiencia en la industria.

En sus primeras declaraciones como presidente, González Macho ha dejado muy claro que el acercamiento del sector del doblaje a la Academia de Cine es, hoy más que nunca, una utopía. Estas son algunas de las maravillas que ha dicho al poco de llegar al cargo:

  • «Luchamos contra algo de lo que nadie tiene la culpa: el tema del doblaje. Si desde niños nos hubiéramos habituado a la versión original, el cine español tendría una cuota mucho más fuerte
  • «El cine español necesita una cuota de mercado más alta, a pesar de la losa del doblaje«.
  • «El doblaje es una aberración, una tergiversación y una malformación de la obra cinematográfica, pero el público, que es cómodo, está habituado. Se ha de fomentar pero no imponer» (la V.O.S.).

Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine.

González Macho se declara defensor de la versión original subtitulada y eso me parece francamente bien. Como he dicho en otras ocasiones, creo que debe extenderse más y ser más habitual en las salas. El presidente defiende la postura de «fomentar», pero no «imponer», lo que es muy razonable. Sin embargo, un hombre que ahora ocupa un cargo como el suyo, debería cuidar el tono de sus declaraciones para no ofender de esa manera a todo un colectivo de la industria (por mucho que le pese), tal y como ha hecho.

Por otro lado, aún después de haber oído ese argumento ya demasiadas veces, no acabo de comprender la relación entre fomentar la VOS y el aumento de la cuota de pantalla del cine español. Éste debe hacerse valer por sí mismo, sin necesidad de extrañas medidas proteccionistas, porque tenemos capacidad más que de sobra para hacer un cine competitivo.

Quisiera también apuntar brevemente que los subtítulos no son la panacea, ni suponen un acercamiento completo a la obra original, pues están igualmente sujetos a restricciones espaciales y temporales que alteran el contenido de la obra y su visionado. Este aspecto queda muy bien explicado en este artículo publicado en el blog The R Lounge, cuya lectura recomiendo encarecidamente: «También son actores».

Me causa verdadera pena que algunos de nuestros compañeros actores consideren enemigos a quienes trabajamos en doblaje. Formamos parte de la misma profesión y la misma industria y ni que decir tiene que apoyamos el cine español. El hecho de que esa repulsión sea ahora institucional, en boca del presidente de la Academia, no hace sino acentuar la distancia que existe entre nosotros y que muchos quisiéramos eliminiar.

Veremos cómo evolucionan las cosas.

Fuentes: El País y Europa Press.