En estas fechas es un ejercicio casi obligado hacer balance de lo que ha ocurrido durante el año. Y para mí ha sido un año inolvidable en lo profesional y en lo personal, pues creo que me he enriquecido con todas las experiencias que he vivido.
El esfuerzo que he realizado desde que descubrí mi vocación se ha visto recompensado. He tenido la ocasión de trabajar con magníficos directores y compartir atril con grandes actores, aunque fuera durante unos minutos. Esas personas han confiado en mí y apostado por mí, y por eso les doy las gracias una vez más, a pesar de que lo hago siempre que tengo ocasión. He conocido a gente estupenda en esta profesión, de quienes he podido aprender y que me han tratado siempre como a uno más.
Tendréis que perdonarme la ñoñería, pero me apetece decir ciertas cosas. Mi familia, mis amigos y por supuesto mi pareja, son fundamentales para mí en este camino, apoyándome siempre y alegrándose casi más que yo mismo con cada pequeño paso que voy dando.
La amistad surgida con algunos compañeros también se ha forjado en este 2010. Hemos sido puntos de apoyo los unos para los otros, nos hemos dado y recibido consejos.
Algunas personas a la que he conocido este año se han esforzado por hacerme sentir parte de algo. Y lo han conseguido.
Le he dedicado muchas horas a mantener este blog y cada día disfruto más con ello, porque sigo creyendo que el doblaje merece un reconocimiento y que tenemos mucho que contar. A todos a los que en algún momento os habéis pasado por aquí: gracias.
También me he embarcado en nuevos proyectos artísticos (de los que espero poder hablar pronto) y me he visto involucrado en algunas situaciones incómodas, que me han llevado a tomar decisiones complicadas. Pero absolutamente todo me ha servido como aprendizaje.
Hace un par de años, todo me parecía mucho más imposible de lo que me parece ahora. Si algo tengo claro para este 2011 que se acerca es que pienso seguir luchando cada día por alcanzar mis sueños y que seguiré disfrutando del camino como hasta ahora.
A seguir luchando!
Anónimo soy yo, tu hermano.
Eso desde luego, cada vez con más ganas. Muchas gracias.
¡Ánimo, Jose María! Efectivamente, los sueños no están sino para perseguirlos. Si de forma realista son medibles y alcanzables, esos objetivos terminan por cumplirse en determinado grado (y no sin esfuerzo). Creí leer por ahí que eres economista y por ello me vas a permitir que establezca un paralelismo con las 5 fuerzas de Porter: esas fuerzas competitivas del mercado -en nuestro caso, el mundo de la locución y el doblaje- están ahí para contrarrestarlas (no diré con sus 6 barreras de entrada; dejémoslo en el esfuerzo y la constancia).
Un fuerte abrazo. Aquí me gustaría decir «compañero»… pero ya me llegará a mí también.
Germán, aquí estamos todos en el mismo saco, así que no dudes en decirlo. Un abrazo, compañero.